Tu imperio es mucho más que las personas que gobiernas. Es una entidad viviente con características y necesidades únicas. Para que prospere debes ocuparte de tantas de estas necesidades como sea posible, que incluyen: mantener feliz a su gente, cultivar una economía y librar a sus ciudades del crimen. Debido a que tus elecciones afectarán directamente el futuro de su gente, tu liderazgo definirá la naturaleza y el carácter de tu imperio.