Tu imperio es mucho más que las personas que gobiernas. Es una entidad viviente con características y necesidades únicas. Para que prospere debes ocuparte de tantas de estas necesidades como sea posible, que incluyen: mantener feliz a su gente, cultivar una economía y librar a sus ciudades del crimen. Debido a que tus elecciones afectarán directamente el futuro de su gente, tu liderazgo definirá la naturaleza y el carácter de tu imperio.
A medida que tu imperio se expanda, sus necesidades se volverán cada vez más complejas. Encontrarás muchas voces clamando por su parte de recursos finitos. Tendrás que sopesar los costos y beneficios de la exploración, el crecimiento, la expansión y la conquista. La forma en que gestionas estas cosas que afectan al imperio dependerá totalmente de usted.
Ciudades y Unidades.
Tu imperio se compone de dos
partes básicas: ciudades y unidades.
Ciudades.
Las ciudades pertenecen al
imperio, pero son entidades individuales con su propia composición, políticas,
ventajas y desventajas. Creadas por colonos, son el hogar de los ciudadanos de
tu imperio. También contienen los edificios y maravillas que construyas y
cualquier mejora en los mosaicos dentro de sus áreas de influencia. Cada uno
tiene tierra, población y todos aportan sus recursos al imperio. Depende de ti,
como líder, decidir cómo y cuándo administrar sus necesidades.
Unidades.
Las unidades son los soldados,
vehículos y armas de guerra que componen su ejército. Hay innumerables tipos de
unidades, que incluyen unidades de combate ofensivas y defensivas, subversivas
y furtivas, así como unidades altamente especializadas. Durante el transcurso
del juego, usarás unidades para explorar el mundo, defender tus ciudades, hacer
la guerra y muchas otras cosas.
Manual Call to Power 2, p. 17.
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