Es el posible daño provocado por un dispositivo eléctrico en uso. Existen dos tipos:
- Directo: Ocurre cuando el voltaje del dispositivo entra en contacto con alguna parte del cuerpo humano, lo que puede ocasionar desde quemaduras hasta la muerte.
- Indirecto: Cuando un dispositivo o parte del mismo tiene una falla y genera una descarga eléctrica.
- Lentes de seguridad que protejan tus ojos de partículas que pudieran desprenderse de los materiales con los que se trabaja o bien de objetos punzantes que pudieran caer al momento de reparar una instalación eléctrica.
- Guantes aislantes que protejan tus manos de las variaciones de voltaje.
- Calzado de PVC y caucho, que aísle la electricidad cuando manipules cables a nivel del suelo.
Verifica:
- Que los cables estén alejados de fuentes de calor, materiales inflamables y agua. Además, comprueba que estén completos y en buen estado, de lo contrario reemplázalos.
- Que el dispositivo esté apagado para realizar la reparación.
Para evitar riesgo eléctrico indirecto:
- Conecta tus dispositivos o herramientas a un supresor de picos o a un regulador de voltaje para evitar que se sobrecalienten.
- Revisa periódicamente que la instalación eléctrica de tu negocio se encuentre en buenas condiciones.
Fuente:
Fundación Carlos Slim – Curso de Técnico en Reparación de Laptops.
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