● Doable (Realizable): Puedes ponerte como objetivo llegar a vender dos millones de euros, pero si es realmente imposible lograrlo no será capaz de motivar a nadie para su consecución. Es importantísimo ponernos objetivos que supongan un reto pero que, a la vez, puedan ser realmente realizados por el equipo.
● Understable (Entendible): El objetivo tiene que ser entendido por todos los miembros del equipo, independientemente de cuál sea su educación técnica. Si un objetivo está confuso en la forma en la que se redacta, tampoco se tendrá muy claro si se ha cumplido o no y será realmente difícil establecer un KPI que lo mida.
● Manejable: Si necesitamos cuatro derivadas y una integral para poder calcular si se ha cumplido o no nuestro objetivo, no estaremos dando con un objetivo manejable. Es preferible que dividas tu objetivo en 5 partes antes de que tengas que calcular la altura de la Capilla Sixtina para saber si lo has cumplido o no. Los objetivos poco manejables son también objetivos que están realmente informándonos muy poco. ¡Divídelos!
● Beneficiosos: Parece absurdo
poner este requerimiento en un objetivo, ¿no? Pero no lo es en absoluto. Y es
que muchas veces nos planteamos objetivos manejables, realizables y entendibles
pero que realmente no nos están aportando beneficios reales sobre nuestra
empresa. Tenemos que plantearnos junto con nuestro equipo si realmente medir o
no ese objetivo va a suponer un antes y un después en nuestra empresa.
Fundación Telefónica – Curso Analítica Web. Resumen Módulo 1, p. 9.
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