Estos videojuegos retan al jugador y éste necesita de estrategias, planificaciones y decisiones para solucionar las diferentes fases. Algunos de ellos son versiones electrónicas de juegos o puzzles reales, como los juegos de cartas o el Sudoku, mientras que otros proporcionan nuevos tipos de retos. Normalmente, no tienen ni continuidad ni una complejidad avanzada, lo que los convierte en el tipo de juego para momentos perdidos.
Ejemplos clásicos de estos tipos de videojuegos son: Tetris, Lemmings, Buscaminas...
Fuente:
Jordi Duch Gavaldá & Heliodoro Tejedor Navarro, “Introducción a los videojuegos”, Ed. Universitat Oberta de Catalunya, p. 22.
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