Es un dispositivo electrónico de bolsillo destinado a un público joven e infantil. El objetivo del juego es cuidar a una criatura que vive dentro de él. Para ello, tenemos que darle de comer, limpiarle, jugar con él y educarle utilizando los tres botones que incorpora y podemos seguir el estado de la mascota gracias a una pequeña pantalla. Según cómo sea nuestra interacción con la mascota, ésta generará una personalidad u otra.
En revisiones más modernas, la criatura puede comunicarse con otros de su especie gracias a la incorporación de dispositivos de comunicación.
En este tipo de dispositivos es muy importante recrear todas las condiciones de la criatura y ajustar debidamente las acciones que se pueden realizar. Por ejemplo, este juego no hubiese triunfado si con una determinada acción la criatura se curase, fuese amable o se pusiese feliz. La calibración de todas las acciones se suele llamar balanceo y es una etapa muy importante de cualquier juego (incluyendo sobre todo los videojuegos).
El
Tamagotchi se puede clasificar como juego de simulación, donde el jugador debe
cuidar a la mascota. En el momento en que el jugador descuida el juego, su
personaje puede llegar a morir virtualmente, creando la necesidad a los jugadores
de estar continuamente pendientes del juego.
Fuente:
Jordi Duch Gavaldá & Heliodoro Tejedor Navarro, “Introducción a los videojuegos”, Ed. Universitat Oberta de Catalunya, p. 39.
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