Esto no significa que las herramientas de analítica no sean vitales, significa que estructurar y analizar de forma adecuada toda esta información es muchísimo más importante.
Se trabajará con Google Analytics, pero también con otras herramientas con el fin de seguir aplicando la lógica del analista a lo que escupen los datos.
Es más
importante la estructura que la cantidad de datos.
Y por eso se te dice que “no te despeines”. Es decir, por mucho que conozcas nuevas herramientas y formas de conocer los datos, no te olvides de estructurar bien la forma en la que mides, aportándole una lógica basada en los objetivos y KPI’s que quieres medir.
No olvides analiza la información que obtienes de la plataforma aplicando los diferentes sentidos que hemos visto hasta ahora.
● De dónde viene: ¿Qué dispositivos, qué tecnologías son los que me aportan esos datos? ¿Cuál es el contexto de mis datos?
● A qué tipo de público hace referencia. Tengo diferentes tipos de público, y mi público tiene diferentes necesidades, no tengo que olvidar que cuanto más claro tenga quién está detrás de los datos, más valiosa será la información que obtenga.
● Qué objetivo me está ayudando a medir. ¿Por qué estoy midiendo lo que mido? ¿Cuál es la razón detrás de los datos? Ya sabes, demasiada información es lo mismo que ninguna información. Si quieres que se provoquen mejoras con lo que dices, habrás de razonar el porqué de los datos.
● Qué procesos me está ayudando a mejorar. Mediante la analítica tenemos también que detectar cómo mejorar la experiencia del usuario en todos los aspectos.
● Qué está ayudando a prevenir. Un analista digital es también una especie de vigilante, de gestor de alertas de caídas de tráfico. Pero si tenemos demasiadas alertas, perderemos capacidad de reacción.
Nunca pierdas estos objetivos de tu cabeza y trabaja siempre por convertir la forma en la que mides en una estructura que te permita dedicar tu tiempo a analizar y no a buscar.
● Gestionando que la información te aparezca en el tiempo justo. Analiza cuál es la cantidad de tiempo que necesitas para analizar un KPI y no lo mires antes o después, no perderás más que tiempo.
● No repitas datos desde diferentes plataformas.
● Una vez puedas ir haciendo informes mensuales, semanales, podrás identificar diferentes hipótesis. Guárdalas para más adelante y luego trabaja sobre ellas.
● Estructura momentos para analizar mapas de calor, hacer experimentos o análisis específicos en función a tus hipótesis.
Y es que un analista despeinado, que va buscando datos como loco y sin sentido, no es más que un pobre aficionado. Pero tú vas a ser un auténtico explorador, un buen aventurero, así que, ya sabes, organiza bien todo lo que metas en la maleta de tu analítica.
Fuente:
Fundación Telefónica – Curso Analítica Web, Módulo 4.
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