•
Baterías, pilas o similares con una autonomía suficiente para permitir un uso
continuo, ya que normalmente el uso de aplicaciones multimedia incrementa de
forma importante el consumo del dispositivo.
• Un sistema operativo o middleware que nos permita ejecutar programas desarrollados por terceros.
• Una pantalla, algún dispositivo de sonido y un dispositivo de entrada que nos permita interaccionar con el juego.
Podemos clasificar estos dispositivos en dos grandes grupos:
• Dispositivos específicos para videojuegos, vistos anteriormente bajo el nombre de videoconsolas portátiles.
• Otros dispositivos portátiles, como agendas electrónicas, teléfonos móviles o reproductores de música. Aunque no es su función principal, estos dispositivos permiten ejecutar juegos de forma puntual. La mayoría de ellos llevan juegos simples preinstalados, y casi todos incluyen la opción de instalar juegos más complejos a posteriori.
A
continuación nos centraremos en los otros dispositivos portátiles. El
crecimiento del mercado de videojuegos para este tipo de dispositivos en los
últimos años ha sido exponencial, principalmente debido al auge de la telefonía
móvil. No obstante, aunque se trate de un mercado emergente y muy apetitoso,
existen ciertos contratiempos para las empresas dedicadas al desarrollo de productos
para estas plataformas. Por eso es importante conocer las ventajas y los
inconvenientes del desarrollo de videojuegos para teléfonos móviles, PDA y
Smartphones.
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