Analiza que la página web contenga un lenguaje claro y conciso. Normalmente a la gente le suele gustar más cuando se trata de un lenguaje familiar, amigable, cercano.
Cada párrafo ha de condensar una sola idea, vigila que no se hable de varias cosas durante el mismo párrafo.
Y una cosa más, trata de comprobar que todos los iconos que se utilizan para expresar cosas en la web son realmente comprensibles y entendibles para el usuario.
Traducciones
e idiomas.
Cuando una web no está pensada para un idioma solamente surgen algunas complicaciones más.
Hemos de asegurarnos de que la web aporta al usuario el contenido en su idioma, y que los textos están bien traducidos. Cuidado con usar traductores automáticos, como Google Translate, porque no siempre realiza traducciones perfectas (aunque va mejorando constantemente).
Ten en cuenta, también, que, si la forma de traducirse de una web es automática y no se hace mediante la duplicación de webs, las imágenes que contengan texto no se traducirán automáticamente
Has de tener siempre en cuenta como analista si existen palabras o partes del texto que pueden malinterpretarse según el interlocutor hable uno u otro idioma, o simplemente utilice de una forma diferente determinadas palabras.
Fuente:
Fundación Telefónica – Curso Analítica Web, Resumen Módulo 4, p. 5 – 6.
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