Antes de ponernos a trabajar en los aspectos técnicos relacionados con el proceso de diseño de un videojuego, deberíamos conocer algunos conceptos fundamentales sobre las bases psicológicas de los mismos. Vamos a intentar responder a preguntas como: ¿Por qué los jugadores juegan? ¿Qué buscan o esperan de un juego? ¿Qué convierte a los juegos en adictivos?
La respuesta a la mayoría de las preguntas anteriores se resumen en una palabra: entretenimiento. Un juego es una herramienta que principalmente está pensada para entretener al jugador de la forma más satisfactoria posible.
Aun así, algunos jugadores esperan de un videojuego algo más que el simple entretenimiento: que se nos presenten nuevas ideas o diferentes visiones del mundo, que aprendamos nuevos conocimientos, que se nos haga reflexionar sobre problemas éticos, etc., aunque la importancia de ellas siempre estará supeditada a un plano secundario.
Los diseñadores de videojuegos están interesados en que los juegos sean adictivos, que involucren al jugador para que este no quiera dejar de jugar. Para conseguir este efecto se potencian algunos "instintos" de los jugadores más allá del entretenimiento: la competitividad, la socialización, la superación personal o el coleccionismo, entre otros. Un uso apropiado y medido de ellos asegura la adicción y, por lo tanto, el éxito del producto.
Para conseguir que el juego capture todas estas características existen una serie de principios básicos que todo diseñador debe tener siempre en cuenta:
• Empatizar con el jugador. Los diseñadores deben poseer la capacidad de ponerse en la piel del jugador y anticipar sus reacciones en cada una de las situaciones propuestas.
• Mantener el interés. Se deben proporcionar al jugador elementos que mantengan su atención en todo momento, que jueguen con su curiosidad y que lo pongan a prueba constantemente.
• Proporcionar feedback. El jugador debe ser capaz de relacionar en todo momento la relación causa-efecto de cada una de las acciones realizadas.
• Proporcionar inmersión. El mundo donde se desarrolle la partida debe ser coherente con el juego, para que el jugador se sienta identificado con su representación virtual.
• Controlar la estructura y la progresión. Un buen juego debe ser fácil de aprender pero difícil de dominar.
Diseño de
juegos monousuario frente a multiusuario.
A la hora de diseñar un juego, es importante tener en cuenta si se va a tratar de un título para un solo jugador o para múltiples jugadores simultáneos. Las expectativas de los usuarios son diferentes en cada uno de los casos. En los juegos monousuario es más importante potenciar la superación personal mientras que en los juegos multiusuario se fomenta más la competitividad entre jugadores.
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